Desde extremos opuestos del planeta y en tiempos completamente diferentes, la relación entre el entorno, la arquitectura y la energía es constante en las culturas. Dos enfoques destacados en este sentido son el Feng Shui, una antigua práctica asiática que busca armonizar los espacios para favorecer la energía positiva, y las visiones cosmológicas aplicadas al espacio de las culturas indígenas americanas, desde los incas hasta los mayas*. Aunque geográficamente distantes, estas tradiciones comparten similitudes en su forma de entender y respetar la energía, así como en la construcción respetuosa con el entorno.
Estos son cuatro aspectos en común entre el Feng Shui y la arquitectura indígena en América:
- La energía en el espacio
Uno de los conceptos más importantes del Feng Shui es el Chi o Qi, la energía vital que fluye a través de todo. De manera similar, estas culturas precolombinas* creían en la presencia de energías cósmicas que influían en la vida cotidiana. Ambas perspectivas coinciden en la importancia de canalizar y respetar estas energías para lograr la armonía en el espacio construido. Aunque el resultado final es estéticamente diferente, en los dos casos se logra a través de la disposición consciente de los elementos y la creación de flujos positivos de energía.
- Diseñar a favor de la naturaleza
Tanto en el Feng Shui como en la cosmovisión indígena* se enfatiza la importancia de la naturaleza y se aboga por la integración de elementos naturales en el diseño. Los materiales y las formas de las construcciones simbolizan aspectos naturales que se usan de forma intencional para balancear las energías y el bienestar de las personas que están en los espacios.
La orientación o la dirección en la que se construye (hacia donde está la entrada o la fachada principal) es importante. La orientación de los edificios se define cuidadosamente para aprovechar la energía positiva y evitar la negativa. Mientras que en el Feng Shui se decide con base en la ubicación de aspectos geográficos como montañas y cuerpos de agua, en la arquitectura indígena* se elige con base en los puntos cardinales y el sol.
- Canalizar la energía desde el diseño interno
En el Feng Shui se aprovecha la disposición del espacio interno para generar buenas energías. Cada elemento se elige y se coloca estratégicamente para maximizar la armonía y el flujo positivo de Qi o Chi.
En la arquitectura indígena costarricense*, la geometría de cada hogar se interpreta como un pequeño cosmos. Desde la forma general hasta la elección de los materiales de construcción, cada detalle se considera como parte integral de la relación entre el individuo y el universo que le rodea. La casa se convierte en un microcosmos que refleja y modula las energías del entorno.
- Usar el simbolismo como parte del diseño
El simbolismo es clave. En la cultura pre-brunka*, el número 4 era sagrado, simbolizando el equilibrio entre las diferentes etapas de la vida, los elementos naturales y las épocas del año. El número 8 era doblemente sagrado y se usaba como base para construir (los elementos estructurales se colocaban en grupos de 8 o múltiplos de 4). En el Feng Shui, el Bagua y el octágono son herramientas que también expresan equilibrio y energías balanceadas.
En ambas culturas los elementos de la naturaleza se representan – sea literal o figurativamente – en el espacio y estos son esenciales para el balance de la energía. Se deben colocar de forma que los elementos se complementen y así existirá equilibrio.
La dualidad también es protagonista: el bien y el mal, lo femenino y lo masculino, la vida y la muerte, etc. Todos estos son conceptos antagónicos que existen en la naturaleza y se representan simbólicamente en los espacios construidos, ya que uno no puede existir sin el otro. Seguramente han visto el símbolo del Ying Yang del Feng Shui, que expresa justamente esta dualidad.
Este cruce de conceptos destaca la universalidad de ciertos principios en la creación de ambientes armónicos.
Diseño moderno en equilibrio con la energía
La disposición consciente del espacio interno en el Feng Shui sigue siendo una herramienta valiosa para producir buenas energías. Los lineamientos de diseño tienen muchos paralelismos con las bases del diseño indígena americano y la motivación de estar conectado con las energías del entorno.
A pesar de que el diseño actual es muy diferente a las construcciones antiguas, estas filosofías o forma de ver el mundo siguen siendo vigentes y aplicables en espacios contemporáneos. En el diseño podemos definir por dónde entra la luz y en qué intensidad, podemos elegir las circulaciones principales por donde el flujo de energía es más fuerte, podemos definir puntos focales hacia dónde se dirige la energía, etc. Estas son algunas de las estrategias que se usan para nivelar y dirigir la energía en los espacios. Como nos han enseñado culturas ancestrales desde Asia hasta América, la energía nos rodea todo el tiempo y podemos canalizarla en el diseño para vivir en armonía con el entorno.
Si les interesa este tema, aquí les cuento cómo pueden mejorar las energías de su espacio.
*Nota: Las referencias a la arquitectura indígena en América se basan en estudios específicos de la cultura pre-Brunka en el sur de Costa Rica. Se ha encontrado que las culturas indígenas del sur de Costa Rica fusionaban conceptos de los Incas y de los Mayas, ya que geográficamente la zona se comportaba como un puente cultural. La mayoría de lo indicado en este artículo aplica para muchas culturas precolombinas que se encuentran geográficamente entre México y Perú.